Alguien se ha puesto a pensar en aquel sueño, del pasado, aquel que nos ahogaba de chicos dejandonos sin aliento de solo pensarlo e imaginarlo.
Alguien se ha detenido en repasar ese instante, en capturarlo (en el buen sentido) y hacerlo propio. Como una acción cotidiana, algo sin pensarlo sin alcanzarlo del todo.Si nos ponemos a analizar este tema nos transporta a ese mundo gigante que nos rodeaba y que ahora nos parece tan común, tan vacio, sin misterios, todo tan visto y tan recurrente...
Ese sueño que uno deseaba alcanzar y persigue por un tiempo, ya no existe, desapareció y aunque a veces vuelva a aparecer como aquel truco de magia que adorábamos de chicos, debemos tener la constancia de seguir buscando.
Sin el no somos nada, ni nadie, vivimos en función de cumplirlo, así como buscamos el amor y esa alma gemela que nos acompañe en nuestra vida, lo mismo sucede con los sueños que tenemos desde chicos.Como una apreciación personal, muchas veces cierro mis ojos e imagino como seria aquello, esto y lo que no fue. Como me siento cuando no lo deseo y como mi mundo cambia cuando lo veo nuevamente en mi ser.
Deberíamos seguir buscando, esa llama viva que tenemos dentro, ese pensamiento y deseo que nos permitia seguir ilusionando el alma, que nos traía paz y una constante lucha por alcanzar esos sueños recurrentes.
Volverán, yo se que si, pero depende de uno poder cumplirlos y ser aunque sea un instante, aquel niño feliz que con sus sueños imaginaba lo imposible...
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